El imperio de los Incas, se estableció en Cusco, aproximadamente en el año 1200 d. C. Existen dos famosas leyendas en torno al origen del imperio; una es la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, y otra es la de los cuatro hermanos Ayar. Ambas leyendas señalan a Manco Cápac como fundador y primer gobernador de la dinastía. Sin embargo, el imperio no se constituiría como tal hasta la época de Pachacútec, probablemente el más importante emperador Inca. Pachacútec lograría la expansión del entonces señorío Inca, logrando establecer el poderoso imperio del Tahuantinsuyo, el cual llegaría a abarcar cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados. Sería bajo su reinado que se construiría la ciudadela de Machu Picchu.
La mayoría de los arqueólogos e historiadores coincide en que Machu Picchu fue construida por el Inca Pachacútec, el más grande estadista y conquistador del imperio del Tahuantinsuyo, quien gobernó desde 1438 a 1471. Los arqueólogos presumen que la construcción de la ciudadela dataría del siglo XV, aproximadamente.
La construcción de Machu Picchu corresponde al momento en que el pequeño señorío Inca comenzó a crecer. Según los arqueólogos, en esta zona se libró la última batalla que definió la victoria sobre los chancas, victoria que cubrió de prestigio y otorgó el poder al Inca Pachacútec.
Pachacútec fue el primer Inca en salir más allá del valle del Cusco luego de su épica victoria sobre los chancas. Fue el que llevó a cabo la expansión del Tahuantinsuyo y se le reconoce como el “constructor” del Cusco. Esta fue una de sus más grandes obras.
El origen de Machu Picchu es atribuido con cierta certeza a Pachacútec, aguerrido mandatario, que se caracterizó por sus conquistas territoriales, y el desarrollo de la religión y la espiritualidad.
De allí es que hoy los estudios arqueológicos apoyan la teoría de que fue una hacienda real destinada al culto de los dioses y un desafío a las dotes de constructor del gobernante.
Construida como refugio de lo más selecto de la aristocracia incaica, la fortaleza fue ubicada en la vertiente oriental de la cordillera del Vilcanota, a unos 80 km del Cusco, la capital del imperio. Su estratégica situación geográfica fue elegida con admirable acierto. Rodeada de profundos acantilados y alejada de la vista de extraños por una enmarañada selva, la ciudadela de Machu Picchu poseía la cualidad de tener una sola y angosta entrada, lo que permitía, en caso de un ataque sorpresivo, ser defendida por muy pocos guerreros.
Parte de las conquistas de Pachacútec incluyó el valle de Tampu, que a pesar de estar habitada por esa nación hermana del Cusco, no se libró de su férreo dominio. Por su belleza natural, clima benigno (uno de los mejores de los Andes) y rico suelo, Pachacútec fijó en Tampu el asentamiento predilecto de la nueva nobleza imperial, engalanando el valle con varias de las más fastuosas ciudades del Tahuantinsuyo, como Ollantaytambo y Machu Picchu.
La elección del sitio para levantar Machu Picchu debió ser hecha con sumo cuidado, pues era, y aún lo es, un lugar perfecto para levantar un centro ceremonial. Se ubicaba, según el investigador Antonio Zapata, en la cadena de montañas más importante por su carácter sagrado, que comienza en el Salkantay (el apu, espíritu mayor) y termina en el Huayna Picchu.
El tiempo es cálido y húmedo durante el día y fresco por la noche. La temperatura oscila entre los 12 y los 24 grados centígrados. La zona es por regla general lluviosa (unos 1.955 mm anuales), especialmente entre noviembre y marzo. Las lluvias, que son copiosas, se alternan rápidamente con momentos de intenso brillo solar.
Vía camino Inca
Para aquellos que tienen alrededor de 7 días para conocer la ciudadela inca de Machu Picchu y además son amantes de la aventura, se les recomienda realizar el “Camino Inca“.
Esta ruta es la favorita de muchos turistas y sólo el año pasado, más de 15 mil personas siguieron este camino para llegar al Santuario Histórico de Machu Picchu.
Los excursionistas empiezan en el 82 Km. de la ferrovía Cusco al pueblo de Machu Picchu (Aguas Calientes), en Ollantaytambo. Dirigido por los guías y en los grupos de no menos de 10 personas; se llega a Machu Picchu después de 4 días, luego de recorrer 40 Km. (24.85 millas) por el antiguo camino inca de piedra, en el borde del cañón del Urubamba. El camino atraviesa las ruinas incas de Patallacta, Huayllabamba, Runku Rakay, Sayacmarca, Phuyu Pata Marca y Wiñaywayna.
Luego de pasar por paisajes naturales, cascadas, túneles, abundante flora y fauna, en medio de la exuberante vegetación por estar cerca de los bosques, con vista a las montañas cubiertas de nieve, y con aire puro, libre de todo vestigio de contaminación, ideal para la observación de aves.
El servicio de guías de montaña, incluye todo el equipamiento, la alimentación, tiendas de campaña, transportistas, etc.
Existen rutas de excursión de menos duración; una que empieza en el 104 Km. de la ferrovía, cruza las ruinas de Wiñaywayna y después de unas horas se llega a Machu Picchu.
Vía Férrea
Es la opción más tradicional y frecuente por los viajeros. Su gran ventaja es el ahorro de tiempo, es la alternativa más rápida. En solo tres horas vas de Cusco hasta Aguas Calientes.
Existe 3 puntos de salida:
La estación final será la de Machu Picchu, en Aguas Calientes.
Muchos viajeros prefieren conocer Ollantaytambo antes de ir a Machu Picchu. Entonces es más conveniente subir al tren en dicho pueblo.
Se encuentra a 13º 9′ 47″ latitud sur y 72º 32′ 44″ longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en la Región Cusco, en Perú.
La ciudad importante más cercana es Cusco, actual capital regional y antigua capital de los incas, a 130 km de allí, montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos.
Se encuentran en la rivera izquierda del llamado Cañón del Urubamba, conocido antiguamente como Quebrada de Picchu. Al pie de los cerros y prácticamente rodeándolos, corre el río Vilcanota-Urubamba.
Estas ruinas incas se encuentran a medio camino entre las cimas de ambas montañas, a 450 metros de altura por encima del nivel del valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar.
Su superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en su área urbana.
Ademas las ruinas, propiamente dichas, están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional De Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE), llamado Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, (80.535 acres o 325,92 km²) de la cuenca del río Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o “río sagrado” de los incas).
El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incas, entre los cuales Machu Picchu es considerado principal.
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